miércoles, 25 de noviembre de 2015

ORIGEN DE "¡VETE AL CARAJO!"

Muchas personas han dicho o escuchado esta frase muy a menudo Se emplea cuando alguien dice o hace algo que nos molesta y, sin dudar lo mandamos ¡al carajo!. Sin embargo... ¿Cuál es el verdadero origen de esta expresión tan conocida?

Si buscamos en el diccionario de la Real Academia Española el significado propio de la palabra “carajo”, la primera acepción que aparece es la de miembro viril y a continuación le siguen una retahíla de interjecciones y locuciones referentes al término, pero ninguna explica el por qué de la expresión ¡Vete al Carajo!, que popularmente está tan extendida tanto en España como en muchos países latinoamericanos.



























Para averiguar su verdadero origen nos remontamos siglos atrás, en la época dorada del Imperio Español, tiempo de hallazgos marítimos y asentamientos coloniales. Impresionantes carabelas surcaban el Atlántico dónde los vigías ojeaban el horizonte en busca de señales de tierra. Lo hacían desde una canastilla situada al final del mástil, a la que los marineros (por su semejanza con el órgano sexual masculino) terminaron por llamar CARAJO.



Como castigo y a consecuencia de una infracción cometida a bordo por un marinero, éste era enviado al carajo durante horas e incluso días. La sensación de movimiento lateral era tal, que los marineros salían mareados y atormentados. La expresión se popularizó por el uso descontextualizado de los marineros, y ha llegado a nuestros días como respuesta a cuando alguien nos dice algo que nos sienta mal o nos hace sentir incómodo, e incluso cuando nos cuenta algo que nos resulta sorprendente o poco creíble.
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